Miley Cyrus y Lily Allen fueron las primeras en decirla basta a esta tecno-adicción tras cerrar casi simultáneamente sus respectivas cuentas de twitter. La pionera fue la actriz que interpreta a Hannah Montana. Hace cosa de dos semanas Miley bajó la persiana de su diario on-line, dejando desahuciados a más de un millón de seguidores. “Quiero mi vida privada, privada”, explicó Miley sobre su decisión.
Y ahora, Lily Allen tomó el mismo camino pero por otras razones. A nuestra reciente visitante aparentemente no le molestaba hacer de su vida privada una cuestión pública, sin embargo, el que no soportaba su adicción era su nuevo novio Sam Cooper que le dijo algo así como: “Elegí: Yo o el twitter”.
Lily entró en razón y optó por la compañía masculina. ¿Quién puede culparla? La cantante no solo cerró su cuenta de twitter sino que radicalizó su postura al máximo: dejó de actualizar su myspace usar mail, además de haber entregado su Blackberry y laptop. ¿Se avecina una nueva ola de deserciones al twitter? ¿Qué opinará Ashton Kutcher al respecto?