Bueno, por fin ha llegado a los cines americanos la película de Hannah Montana, por fin se ha estrenado, y como no podía ser menos, ahí estuvo Miley Cyrus posando en la alfombra roja junto a sus amiguitos con la mejor de sus sonrisas, aunque con un modelito que dejó mucho que desear y más viendo a otras de las que aparecieron por ahí.
Pues sí, por fin después de todo lo que se ha hablado sobre esta película y personaje, llega a la gran pantalla acompañada de mucha expectación. Y como tal, no pudieron faltar otros actores Disney como el elenco de la propia película (como es lógico), así como Demi Lovato o Taylor Swift que estaba guapísima (Miley, toma nota de lo mona que iba tu nueva más mejor amiga, ella sí que sabe y no tú con esas botas…).
Y como me suele pasar en estas ocasiones tengo que mostrar mi punto de indignación sobre la fiesta que tuvo lugar después del estreno a la que los invitados acudieron con todos los vestidos que habían lucido, más monos que ni sé, y la protagonista, la propia Miley Cyrus se plantó un chandal, unos trapos que pilló a mano con los que va a pilates y se los plantificó como si la cosa no fuiera con ella. Qué poco saber estar, ver a las chicas con sus tacones y vestidazos y ver a la otra con botas bajas y camiseta…
