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26 mar 2009

Miley Cyrus entre el ego y la fama

Miley Cyrus, debe su nombre en realidad a un apodo que le pusieron de niña por sonreír con frecuencia (Smiley: sonriente, en inglés).

Con 16 años, la pequeña Cyrus es una bomba de energía que, aunque no parece ser muy cariñosa con los miles de fans que tiene si no es sobre el escenario, es muy abierta a cualquier encuentro “supervisado” por alguna cámara con ellos y sabe expresar en sus canciones lo que las pequeñas quieren escuchar, con toques explosivos.

Algún defecto debía tener

Miley no ha estado libre de críticas, por su forma egocéntrica de comportarse. En un caso fueron fotos comprometedoras, con poca ropa, que sólo muestran su deseo de dejar de ser una chiquilla; en otras imágenes apareció haciendo mofa de los rasgos asiáticos, lo cual le generó una polémica que la obligó a disculparse públicamente.

También fue despreciada recientemente en los Grammy por Radiohead, la que fuera antes de eso su banda favorita, y quienes le propusieron abrir paso a la madurez en su vida. Sin embargo ahora Cyrus, quien abandonó la gala llorando porque los músicos no quisieron conocerla, dice que sencillamente “apestan”.

Contra el ataque a su forma de ser, la artista, que tiene una popular serie de televisión, tres álbumes y ahora, una película, ha escrito su autobiografía, Miles to go, en la que pretende darse a conocer como la persona, más que como la famosa, y de esta manera acercarse más a su público; al menos eso cree ella.