Cada vez tengo más claro que yo no podría ser una chica Disney, o que si lo fuera, no tendría ni una pizca de paciencia con los medios. A Miley Cyrus media Tierra la detesta, y la otra media la acabará dejando tirada cuando llegue otro ídolo que mole más, así que no es de extrañar que oigamos cosas sobre ella de lo más… escalofriantes.
Que sean inventadas o no, eso ya es otro tema. Los “Miley-haters” están convencidos de que, atención, la relación que tiene la joven con su padre es sospechosamente cercana. Pilláis lo que esto insinúa, ¿verdad?
Miley se ha pronunciado al respecto y dice que ni hablar (¿qué iba a decir?), además de quejarse una vez más de toda la rabia y odio acumulados que tienen los medios (palabras textuales). La acusan de que hay demasiados abrazos y toqueteos entre ellos, pero digo yo, ¿no será simplemente que se llevan bien? ¿Es que ahora para que no te acusen de pervertido tienes que mantenerte a un metro de distancia de todo el mundo?
